La verdad es que me da lo mismo que me saluden en el día de la mujer. Qué se yo… No hago mucho caso. Me limito a ser educada y a decir “muchas gracias” y me abstengo de contarle a la gente que definitivamente hubiera preferido nacer hombre.
Hay algunos saludos simpáticos, es verdad, pero ninguno logra conmoverme demasiado. Este año, sin embargo, recibí uno que me dejó pensando. Decía: “Nos depilamos. Nos enamoramos. Nos deprimimos. Nos viene. No nos viene. Parimos. Los aguantamos. Por todo eso, hoy nos felicitamos”.
“Pucha”, pensé. “De esa lista, a mí solo me viene. Y ni siquiera todos los meses porque soy irregular.
No respondí el sms. Fui al baño y me miré al espejo. Por suerte, ahí estaba yo. ¡Pocos problemas tengo como para andar quedándome sin género a esta altura de la vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario