En realidad ya sabés que no te queda bien delinearte los ojos de negro. Pero ves a tanta jovencita con los ojos pintados así y te parece que quedan tan lindas, que pensás, «en una de esas, si hago la línea con más cuidado».
Llegás a la cita y él te saluda con un: «¡Qué siesta eh! ¡Cómo están esos ojitos!»
Y recordás que después de los 30 hay que honrar la experiencia. Siempre.
1 comentario:
Honrar el natural, o dar un poco de sutilidad a los hombres
Publicar un comentario