lunes, 18 de mayo de 2009

mimosa, chiquita y destapada

Sobre las posibilidades de tener pareja, mi abuela Mimosa era una firme defensora de la teoría de la olla y la tapa. “Hecha la olla, hecha la tapa”, decía muy segura, como si creyera que la fábrica de utensillos de Dios no podía equivocarse.

-Abuela, mirá que sigo sin tapa- bromeaba yo en el teléfono.
-Busca mejor. No la estás buscando bien- me aseguraba.

Ella confiaba y confiaba en que la encontraría… hasta que cumplí los 30. Ahí tuve que empezar yo a buscar otras teorías.

- Abue, dice mi psicóloga que todas las mujeres tenemos un mandato paterno de abolir el deseo sexual. Es como una orden al subconsciente que dan los padres a las niñas. En determinado momento, la muchacha levanta ese mandato y hace lo que tiene ganas. ¿se entiende? Y parece que yo, según la psicóloga, nunca levanté el mandato de mi padre.

Estaba convenciéndola cuando, vaya uno a saber por qué, me acordé de los apodos de las hermanas de mi abuela Mimosa. Son: la tía Nenita, la tía Hijita y la tía Chiquita.

¿Qué estoy diciendo?, me pregunté. Si estas cuatro mujeres levantaron el mandato paterno llamándose así... es imposible que yo haya tenido una traba mayor.

- En fin. Deben de ser pavadas de psicólogo. Pero lo bueno es que las ollas sin tapa sirven igual. ¿O no, abue?

4 comentarios:

Matías dijo...

Mas que las tapas; dicen que lo importante de las ollas es el fondo. Que sea grueso para que así no se pegue la comida.

Anónimo dijo...

En mi juego de cocina hay una sola tapa para todas las ollas. Qué curioso.

Toda mi terapia sicológica se resume en intentar hacer lo que uno quiere y normalmente no se atreve.

Y aprender a sobrellevar las consecuencias sin amilanarse.

Paola dijo...

Que gracioso Maru!!!
La verdad me divierto mucho con tus cuentos.
Beso

Luz Jenny Aguirre Tobón dijo...

Contale a tu abue que también hay chocolateras...y que esas vienen sin tapa...(no sé si eso será bueno o malo.....)