viernes, 21 de agosto de 2009

La culpa... esa basura

Un día, la portera de mi edificio, Nené, me pidió plata. No mucha, 100 pesos. Al mes me los devolvió. Al siguiente me pidió de nuevo 100 pesos. Y me los volvió a devolver y así… Mi relación con Nené prácticamente se inició con el primer billete de 100 que intercambiamos (hace unos dos años) y fue construida en base a los sucesivos.

Muchas veces he deseado que ya no me pague. Así podría romper ese vínculo crediticio bastante engorroso. Porque son sólo 100 pesos y me hace sentir culpa que ella los necesite tanto. Y porque no me decido a decirle: “te los regalo de cumple o de Navidad”, por miedo a que luego me pida otros 100 como préstamo.

El otro día ella estaba sacando la basura a la calle y había cero grado. Es asmática y casi no me podía hablar. Me quería decir que aún no me podía pagar los 100.

- No te preocupes. No deberías andar afuera con este frío.
- No tengo más remedio, tengo que sacar la basura del tercero- dijo jadeando.

Yo subí y, una vez en casa, me puse a chatear con Daniel:

Maru dice
: No entiendo por qué mis vecinos no sacan su propia basura. Mi portera es vieja y asmática y tiene que sacar las bolsas ajenas. Recién me la crucé y estaba re mal...

Daniel dice: Imagino que habrás sacado vos la basura y te habrás ofrecido para sacarla mañana. ¿O te quedas solo en la denuncia?

Las frases del msn se me adentraron como veneno culposo. Empecé a pensar qué remedios le podía alcanzar. “Para el asma no tengo nada, pero quizás esta vitamina C le venga bien… ¿Y si le doy mi homeopatía para prevenir las gripes?”… Todo me pareció inadecuado, así que resolví olvidarme del tema y dormir.

Al día siguiente, la imagen fue terrible: todas las bolsas de basura del edificio sin sacar y el ascensor sin limpiar… Nené, por primera vez en años, no había estado.

Pensé en tocarle la puerta pero ¿y si no respondía? ¿Qué haría? ¿Propondría a los vecinos tirar la puerta abajo? ¿Qué iba a decirles? ¿Que fui la última en verla, pálida, casi sin respirar y que la dejé cargar bolsas en la intemperie?

Al segundo día, en un acto de desesperación, compré bolsas de residuos tamaño edificio y bajé la basura de mis vecinos. Pero en seguida me di cuenta: “Esto es lo peor. Ahora no sentirán su ausencia y la pobre se va a pudrir en su lecho”.

Dos noches más de incertidumbre. Las bolsas de mis vecinos se acumularon de nuevo y nadie venía a contarme si Nené estaba muerta o qué… Tuve que verla con mis propios ojos para aliviarme:

-Nenéeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!!!! Qué bueno verte !!!!!!!!!! (Abrazos) Quería decirte que yo puedo sacar la basura por vos. Solo tocame timbre a la hora que sea y yo bajo ¿ta? Y otra cosa: los 100 pesos no me los pagues. Quedátelos. Ahhhh, otra cosa, ¿te gustaría tomar una homeopatía preventiva de las gripes?

Nené me miró como quien sospecha de algo muy raro y me respondió cortante:

- Yo nunca me engripo.

martes, 18 de agosto de 2009

La herencia bendita

El proceso parece que sería así: antes de los 25 todo es posible. Después de los 25, uno advierte que las cosas malas se repiten y le echa la culpa, con toda razón, a los padres. Ahí se empieza terapia y a eso de los 30 ya logramos perdonar a los que nos dieron la vida.

Después de perdonarlos, yo enfoqué la terapia hacia mi dificultad para tener pareja y traté de hacerme responsable del asunto. Pero hay días en que hablo con mamá y me dice que viviría como una cárcel el tener novio de nuevo. O que papá me dice: “para mí estar solo no tiene precio, no se paga con nada”… Y entonces pienso que no va a ser tan fácil revertir la herencia.

Esta semana tuve un ejemplo más alentador: papá me llamó para contarme que tiene novia. Y ahora me volvió a llamar para contarme que se casa mañana, en un pueblo donde no hacen falta las publicaciones oficiales. Eso para que no sea habladora… Que el gusto por la soledad lo habré heredado de él, pero el miedo al compromiso parece que no es suyo.

domingo, 2 de agosto de 2009

Yo sí puedo

Mi hermana ha vivido varias festividades vestida de blanco: tomó la comunión, festejó los 15 años, se casó una vez y se casó otra vez. Y encima fue abanderada en la escuela, por lo que debe de haber estrenado una túnica linda el día del acto.

Yo jamás me vestí de blanco. Y ahora me temo que ya no lo haré. Por un lado, me consuelo diciéndome que no me sienta bien, porque el blanco no disimula los sobrantes. Pero, por otro, me doy cuenta de que en mi inconsciente vive como un duende la ilusión cultural del vestido blanco.

No quise ir a catequesis, perdí el pabellón nacional por faltas y a la hora del cumpleaños de quince tuve una debilidad de carácter que, me temo, ha sido definitiva.

Estábamos en los preparativos para la fiesta, ya tenía la lista de amigos y había elegido el lugar para la gran noche. Faltaba el vestido. En Treinta y Tres era un clásico de clase media comprar las telas en Yaguarón. La tradición del carnaval brasilero hacía suponer que las sederías tenían cosas mejores, así que allá fuimos.

Salimos casi de madrugada y a media mañana ya estábamos en la primera tienda recomendada. Mi madre explicó lo que buscábamos y una vendedora empezó a explicarme en portugués las diferentes texturas y “caídas”.

Seguramente íbamos por la cuarta opción cuando me di cuenta de que no iba a poder superar aquello... Me abrumó el infinito de posibilidades. Le pedí a la vendedora que me diera un minuto, llamé a mi madre para hablar fuera del local y le informé:

- Cambié de opinión, mamá. No quiero cumpleaños de quince.

Ella ya estaba acostumbrada a mi carácter voluble, así que sólo me preguntó si estaba segura.

- Segurísima. Yo no me puedo poner un vestido blanco- dije.

Nos fuimos a comprar championes y chocolates y volvimos sin mayores consecuencias. Pero sólo aparentemente. Porque desde ese día el Universo me tomó la palabra y nunca me dio la posibilidad de casarme. En vez de darle una a cada una, le dio las dos a mi hermana y yo no sé cómo hacer para que deje de tomarme en serio.

- Oye, Universo, lo que dije no era cierto. Sí que me puedo vestir de blanco. Y no tengo ganas de empezar catequesis.