viernes, 3 de mayo de 2013

Solo sé que no cenaba

No me quiero poner a filosofar, pero estamos teniendo comportamientos raros. Yo aviso nomás.

Es raro que pares de comer un chivito para sacarle una foto y tuitear que te estás comiendo un chivito y mirá qué pinta que tiene.

Mínimo, me parece, terminá de gozar y después dame envidia con el cuento entero.

Otra cosa muy rara es el contagio de “Pensemos la cena” que le ataca a la gente en el ómnibus a eso de las 19.00 o 19.30 horas. “Qué hacés. Ya estoy en el ómnibus, sí. Cuchame, ¿qué comemos hoy? ¿Qué decís vos? En la heladera hay panchos. ¿Te parece que lleve pan y panceta? ¿O preferís con muzarella? No. Decime vos qué preferís”.

A mí me vienen ganas de opinarle: “Panceta de noche, ¿te parece? Y ojo con los embutidos, mirá que tienen pila de sodio”. Pero no tengo tiempo de opinar nada porque enseguida que corta uno, llama otro: “Amor, sí ya estoy llegando. Fijate qué hay, a ver qué llevo. Ahhh sí, me había olvidado que estaban esas milanesas. ¿Qué decís? ¿Milanesas con qué? Ahh, sí pero a Flo no le gusta. Mejor las papas nomás”.

“La papa de noche engorda horrible”, me digo recordando la dieta circadiana, y enseguida el de al lado recuerda un detalle: “Gorda, me olvidé de preguntarte, ¿vos ya compraste pan o llevo ahora? Ta, ta. ¿Alcanzará con eso? Dale. Bebida hay, ¿no?”

La mayoría habla muchos minutos. Yo tengo tarjetero y me pone nerviosa que no corten. Pienso: “ta, ta, cortá y cuando llegues lo resuelven. Si estás a 10 minutos, le dijiste”. Además no es solo el gasto. ¿No escuchaste que el celular emite unas ondas cancerígenas horribles?

Miro a ver si tengo algún mensaje. Cero, niente. Parece que en este ómnibus soy la única que no habla por celular y la única que no tiene con quién compartir la comida. ¡Qué tristeza! “Al menos estoy protegida de las radiaciones cancerígenas”, me consuelo.

“Podría bajarme acá y comerme un buen chivito”, pienso. Pero me doy cuenta de que sería un sinsentido: no tengo cámara en el celu para poder mostrarlo. Además, yo no cenaba.

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