Ahora puedo afirmarlo: tener un
perro y un gato es la fórmula ideal para una solterona.
Porque inevitablemente pelearán por la comida, la cama, esto
y aquello. Entonces podés jugar a las madres y cada tanto gritar como desquiciada:
- -“¿Me hacen el favor de terminarlaaaaa?”
Y unos minutos después, largar alguna frase más mesurada pero que también te remite a lo maternal:
- -“¡La terminan eh!” ¿O no se entiende cuando
hablo?
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