Subo al 121. El día está lindo. El ómnibus fresquito y todos tenemos asiento. Me dan ganas de cantar. Cualquier cosa, pero cantar algo entre todos. Quiero empezar una canción y que alguien me mire y se ría y me acompañe. Y que se sume otro y otro. Y que a los pocos segundos estemos todos cantando esa canción. Y entonces, aunque en distintos momentos, todos pensemos: ¡ta bueno este viaje! Y que a la altura del Obelisco, el guarda diga: ¡vamos con otra que sepamos todos. Vamos. Vamos!
3 comentarios:
jajajaja
Me quedo esperando la parte II, la conversación con el dependiente de la farmacia :P
Besos
Fe de erratas: Mi comentario fue para el post Bochorno a bordo.
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